domingo, 5 de abril de 2009

Autocensura.

Hoy es domingo y ha venido el Señor Alcalde a vernos.

Nosotros estábamos sentados en la playa, yo intentando leer, Blanca practicando el arte del macramé,Laura, Oriane y Marc trabajando en la creación de sus pulseras y collares, Miguel, el alfarero, no estaba en ese momento pero sí sus cerámicas expuestas al lado de la bisutería de los demás.

Era un mini mercadillo hippie y tan mini que no ocupaba mas de cinco metros, normalmente se ponían a vender, frente a los bares, en un murito con vistas al puerto pero a alguien no le apetecía que estuvieran allí y lo denunciaron, bueno no hay problema ¿ o si, no se...? si no te quieren en un sitio pues te vas, es por eso que se habían trasladado a la playita creyendo que allí no molestaban a nadie, la venta fue nula, pero para animar la fiesta se presentó el Señor Alcalde acompañado de dos personas mas, adivino que funcionarios del Cabildo. Muy amablemente ( téngase en cuenta que la playa estaba llena de gente que podrían ser futuros votantes) indicó que allí no se podía estar vendiendo... uno de los acompañantes dijo que era la segunda vez que avisaban, la tercera se tomarían medidas.

Estos han sido los hechos de hoy.

Las opiniones son muchas y muy variadas.
Es por eso, por las opiniones, que esta entrada se titula así.
Es por no herir sensibilidades, por no entrar en polémica que me autocensuro y callo.
Pero como siempre Neruda.

EL BARCO

Pero si ya pagamos nuestros pasajes en este mundo

por qué, por qué no nos dejan sentarnos y comer?
Queremos mirar las nubes,
queremos tomar el sol y oler la sal,
francamente no se trata de molestar a nadie,
es tan sencillo: somos pasajeros.

Todos vamos pasando y el tiempo con nosotros:
pasa el mar, se despide la rosa,
pasa la tierra por la sombra y por la luz,
y ustedes y nosotros pasamos, pasajeros.

Entonces, qué les pasa?
Por qué andan tan furiosos?
A quién andan buscando con revólver?

Nosotros no sabíamos
que todo lo tenían ocupado,
las copas, los asientos,
las camas, los espejos,
el mar, el vino, el cielo.

Ahora resulta
que no tenemos mesa.
No puede ser, pensamos.
No pueden convencernos.
Estaba oscuro cuando llegamos al barco.

Estábamos desnudos.
Todos llegábamos del mismo sitio.
Todos veníamos de mujer y de hombre.
Todos tuvimos hambre y pronto dientes.
A todos nos crecieron las manos y los ojos
para trabajar y desear lo que existe.

Y ahora nos salen con que no podemos,
que no hay sitio en el barco,
no quieren saludarnos,
no quieren jugar con nosotros.

Por qué tantas ventajas para ustedes?
Quién les dio la cuchara cuando no habían nacido?

Aquí no están contentos,
así no andan las cosas.

No me gusta en el viaje
hallar, en los rincones, la tristeza,
los ojos sin amor y la boca con hambre.

No hay ropa para este creciente otoño
y menos, menos, menos para el próximo invierno.
Y sin zapatos cómo vamos a dar la vuelta
al mundo, a tanta piedra en los caminos?
Sin mesa dónde vamos a comer,
dónde nos sentaremos si no tenemos silla?
Si es una broma triste, decídanse, señores,
a terminarla pronto,
a hablar en serio ahora.

Después el mar es duro.

Y llueve sangre.

Pablo Neruda

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocía este poema de Pablo Neruda. Además de ser bellísimo, encaja perfectamente con la historia del señor alcalde.
Buenas noches y hasta mañana, rey y reina!
Blanca.

Silvia dijo...

eyyy Blanca, acabó la semana Santa,nos hemos quedado solitos otra vez... el señor alcalde seguro andaba estresado con tanto turista.Nos vemos guapa.

Unknown dijo...

Hola Namibia. mUy emotivo blog y muy acertada escapada en este temporal de tierra, todos corriendo el temporal y vosotros a son de mar... Felicidades! Toni Fluxa y Anna "Marestany" Port Olimpic Barcelona.
www.sailsailing.com

Unknown dijo...

Ahí van dos.

¿Quién los puede parar?

Resurgieron de entre los muertos

Ahí van dos ... vivos, fuertes, inmunes.

Tantos amigos lograron despertar en mi letargo...

Tantos perdí como tantos gané.

Tantos amigos quiero tanto.

Tantos me recuedan mi demora...

Enorgullecen mi estela.

Reclaman mi esencia de ser

Siempre les escuché

Por que ellos escucharon lo mismo que yo.

Atendieron su llamada,

Encontraron su libertad.

Ahí van dos.

Son tan fuertes que nadie los puede parar.

Yo, lo puedo decir.

Toni Fluxà.

www.sailsailing.com

Silvia dijo...

Toniiiii!! charter?? muy bien, bonita página y bonita poesia, que ilusión nos ha hecho verte en las fotos y en el Farah amb el mistralet cachondo!! un abrazo a Miquel, oye nos vemos a la vuelta, pronto.La foto del llaüt català Esplai es una pasada, nos encanta, es una bonita página para verla con tiempo, gracias!!
Un abrazo.