Pensando.

Aquí seguimos, con la cabeza un poco loca, que queremos cruzar el Atlántico está claro, tenemos que esperar a septiembre, ya sabéis por los huracanes y ciclones que se producen en América en los siguientes meses . El plan es preparar el barco y trabajar, pero trabajar ¿donde? aquí o en la península, volvemos navegando o cogemos un avión, volver navegando para luego bajar es un poco una tontería, no?... no sé, no sabemos, ¡¡habrá que ir a buscar al Rufu!! no? ¿se acordará de nosotros? hace cinco meses que lo dejamos con mi madre y la verdad es que lo hemos echado mucho de menos. Estamos un poco liados, un día pensamos una cosa y al día siguiente otra. Yo sigo con mis lecciones para aprender a hacer pulseritas que hasta estoy pensando en venderlas, la verdad es que se nos va a ir una pasta en preparar el barco y necesitamos entrada de dinero. Sí, sí, sí, yo era la que decía que el dinero no es tan importante, que si la vida sencilla, que si la vida bohemia, que si bla bla bla... pero es evidente que necesitamos pasta.

Aparte de todas estas divagaciones, que es un poco el tema de conversación que tenemos ultimamente, la vida aquí sigue igual. Aunque empiezo a echar terriblemente de menos una ducha calentita, Dios!! Abrir la ducha y dejar que el agua resbale por mi cuerpo sin sentirme culpable por el derroche, ¡qué lujo! os recuerdo que aquí en el puerto de la Restinga no hay ningún servicio, ni electricidad, ni toilette.

Este viaje es un descubrir de nuevos mares, nuevos lugares, nuevas sensaciones...pero sobre todo es un descubrir de nuevas gentes.

Aquí abajo Jose, sin él seguro que nuestra estancia en la Restinga no hubiese sido tan interesante. Con él y con su hermano Chuchi sale el Sisco a pescar en la Restinga.

Las fotos de abajo son propiedad de Sylvie, fueron tomadas por ella. Son Jose y Chuchi y alguno de los peces que pescaron, increíble!!!

El otro día Chuchi nos invitó a Tacorón a comer un cerdo que habían matado, fuimos Sisco Oriane y yo, lo pasamos bien, Jose nos enseñó la cueva del Diablo.

Llegando a la cueva,

Vista desde arriba,

Y dentro. No siempre es posible acceder, hay que esperar a que el mar te deje y ese día nos dejo y encima nos regalaron rayos de sol para hacerla mas espectacular.Fue una experiencia muy bonita, recogimos unas cuantas conchas que servirán para hacer pulseras.

Bueno y aquí lo dejo por hoy, seguimos pensando en el Atlántico... que digo yo que habrá que ir pensando en cambiar el blog de Rumbocanarias por el de Rumbopanamá.

RumboPanamá