miércoles, 11 de febrero de 2009

Ha llegado un cayuco.

Acabamos de cenar y Sisco se va a la Zumería, un bar donde ponen el fútbol, a ver jugar la selección Española, son las nueve en punto(diez en la península) . Yo me pongo a recoger un poco la mesa, le doy dos golpecitos al barómetro y veo que ha subido pero la temperatura es mas baja que otras noches, hace frío y la luna está casi llena, el viento ha rolado de NE a Norte. Mientras lavo los platos con el mínimo de agua posible escucho voces, pienso que son seguidores del fútbol pero enseguida siento unos golpes en el casco del Nami:
- Silvia, sal, un cayuco acaba de llegar.
Yo me seco las manos despacio intentando pensar, no sé si salir.No es miedo lo que siento sino angustia, no sé lo que me voy a encontrar, no soportaría ver niños o mujeres en mal estado, muertos sé que no hay, los muertos los lanzan por la borda.
El Sisco está otra vez al lado del cayuco y yo camino muy despacio por el pantalán flotante, es que no sé que hacer, ya estoy a unos cinco metros del cayuco, fuera hay unos 60 hombres, negros, muy negros, temblando de frío, me asomo dentro del cayuco y todavía quedan tres personas más, dos saltan al agua y a duras penas pueden llegar a la orilla, el último queda dentro y casi no se tiene en pie, no tiene fuerzas para salir, a mi se me hace un nudo en la garganta y trato de tragar saliva pero no puedo, siento unas irresistibles ganas de llorar.
Los demás se quedan todos juntos sin hacer nada, mirando, solamente mirando a su alrededor, algunos desenvuelven cosas que llevan en plásticos, creo que será restos de comida y ropa seca. Los plásticos salen volando, hace viento, y en un momento el pequeño muelle está revuelto de jirones de ropa mojada y plásticos, muchos plásticos que vuelan por todas partes. Los hombres están exhaustos, llevan 4 días en el mar!!
Yo miro la barca, es de madera pintada de blanco, no creo que haga más de 13 o 15 metros y miro a al grupo de hombres, no veo mujeres ni niños, Silvie acaba de llegar, ella iba a traer algo de leche pero son demasiados. Yo sigo sin saber qué hacer, sólo los miro y veo sus caras e intento adivinar algo, no dicen nada, ni siquiera levantan la mirada. Esperamos a que llegue alguien, no sé, la cruz roja, la policía, ambulancias, alguien!!!... allí sólo estamos el Sisco, yo y tres personas más, oigo a uno de ellos que llama por teléfono solicitando ayuda, mas tarde otro con una camiseta de la cruz roja intenta ayudar al que se ha quedado dentro de la barcaza. Es curioso ésta no es una zona deshabitada, las casas están a escasos metros pero aparece muy poca gente, media hora después llega la ambulancia y se ocupan de ellos, le dan mantas, refrescos y galletas.
No he tenido valor de hacer ni una sola foto, no me pareció oportuno.
Me vuelvo al Nami, camino triste.
El Sisco se queda, y ahora mismo lo acabo de llamar y le pregunto:
- ¿ que haces ? ¿ que pasa?
- No sé Silvia..., estoy aquí en el bar de la esquina, si miro al frente veo el fútbol y gente atenta a la pantalla y si miro a un lado veo a 60 personas heladas, con la mirada perdida, personas que han pasado cuatro días en la mar, tu sabes Silvia, tu sabes lo que es ésa mar... 60 personas!! pero tu has visto el bote, no sé... Silvia, no sé qué veo, tengo el alma en los pies. La gente aquí está cómo acostumbrada y no le da mucha importancia pero yo estoy mal, muy mal, ya sólo miro el fútbol.

Y aquí estoy pulsando las teclas de mi ordenador intentando expresar lo que siento y ahora escucho gritos y no sé si es por algún gol de la selección o por algún problema con los inmigrantes. No tengo palabras ni fuerzas para entender éste mundo, yo tampoco se lo que estoy viendo, en menos de 10 metros hay un grupo de aficionados al fútbol que siguen a lo suyo y al otro lado de la calle un grupo de 60 personas que arriesgan su vida por estar dentro de un bar y ver su selección, no sé... es difícil esto.
Que nadie olvide la suerte que tenemos de haber nacido en el primer mundo.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Wenos días primos, soy Nano y me he metido en vuestro superblog para ver q tal vais. Es una pasada todo lo que estoy viendo que ponéis en fotos y escribís, peaso de aventura illos. Weno pos lo dicho, solo aprovechaba para saludaros, un beso y os espero cuando esteis de vuelta

Anónimo dijo...

Holaaa pareja!!

Aixxx se me han saltado las lágrimas sólo con leer e imaginar lo que habéis visto y no sé como hubiera reaccionado al vivirlo como vosotros...esas personas en el cayuco....si, Silvi, tienes toda la razón del mundo deberíamos sentirnos contentos, muy contentos de haber nacido donde hemos nacido y no de vivir en esta sociedad egoísta en la que vivimos.

Cuidaros, besos,

Su

Silvia dijo...

Hola Nano y Su, la verdad es que es muy duro,no sé que esperan encontrar aquí, a la mayoría de ellos los devuelven a Mauritania, que es de dónde vienen, los menores se quedan. Si los vieras... se sentaron en un murito y empezaron a desenvolver sus cosas,traen ropa para cambiarse, pero está peor que la que llevan puesta,de todas formas se cambian y guardan lo que se quitan y los ves envolviendolas con mucho cuidado, es lo único que les queda!! pero se lo quitan todo y lo tiran a un container, lógico, es cuestión de higiene.Hoy paseando ví en el suelo una cuchilla de afeitar, de esas azules de plástico, en algún momento 5 días antes en algún lugar de Mauritania alguien la guardó con la esperanza de entrar en el primer mundo bien afeitado y con buena presencia.

Pakorro dijo...

Silvia la historia que has escrito nos ha tenido enganchado. Siendo positivo, sigo pensando que se ha descubierto una nueva escritora.
Por otro lado os he dejado un mensaje. No estaría mal volver a coincidir.
Un Saludo.
Pk&Su

Silvia dijo...

Hola Pakorro!!!
Gracias por tu comentario,eres muy optimista ya lo creo!!!
pero me alegro que por lo menos lo que escribo se entienda.
Yo creo que aquí nos quedaremos un tiempito, vamos a sacar el barco del agua para pintarlo, aquí es muy barato y qué mejor sitio que éste para hacerlo con tranquilidad.
Mira acaba de venir el Sisco corriendo pidiendome la cámara de fotos, Los de la Restinga llegan con un calamar gigante, voy a ver!!!
Un besazo!!!