martes, 2 de diciembre de 2008

Arribada a Essaouira

Cuando llegamos sólo estaba el velero, Jhon Silver, del Italiano Alexandro, después llegaron los franceses, un Oceanis 43, Zangra, con cinco tripulantes; el Capitán Pascal, tres chicos y una chica. Ninguno se conocían antes de éste viaje, se dirigen a Brasil. Contactaron a través de internet y sólo el Capitán Pascal sabe navegar, la verdad que es una tripulación muy abierta que se ha adaptado perfectamente a la vida en el mar. Estuvimos en su barco, junto con Alexandro, bebiendo unas cervezas, escuchando Manu Chao y hablando un poco de política, poco lo justo. Uno de los chicos, no recuerdo el nombre, muy alto con el pelo rizado y bastante guapo es esquilador de ovejas, o eso es lo que yo entendí, la chica es diseñadora de bolsos y los demás no me acuerdo, se sorprendieron bastante cuando yo les dije que trabajaba en una cadena de montaje haciendo televisores Sharp y Sony.

Después llegaron los Ingleses, Sara II, un barco de hierro con el casco azul. Es una pareja mayor de Ingleses muy educados, me sorprendo hablando con ellos en Inglés , estoy hablando mas que en todas las clase de conversación juntas de la E.O.I. (Escuela Oficial de Idiomas) ella es muy educada, me llama muy bajito Silvia, me hace un gesto con la mano para que me acerque y casi susurrándome me pregunta si nosotros hemos pagado a Omar algo, yo le digo que no, que lo invitamos a una beer y charlamos con él.

Omar es le guardiane, como dice él, de la barca de recreo a la que estamos abarloados, si lo necesitamos ahí está para lo que sea, pero si no, no molesta, la verdad es que estoy encantada con la hospitalidad de este pueblo y en especial con Omar .
Paseamos casi todas las tardes por la medina y oímos al Iman llamar a sus fieles a la mezquita.
Hoy hemos cogido un taxi, 6 dirhams, y hemos ido a la hamman, baños Árabes, andaba un poco perdida porque no sabía qué tenía que hacer ni como, además las mujeres no me entendían. Son tres salas cubiertas de baldosas blancas, la temperatura de cada sala es diferente, yo me quedé en la primera, es como una sauna, hace mucho calor , entonces tu tienes que coger un cubo de agua caliente, sentarte en unos taburetes muy bajitos y con un recipiente te vas echando el agua por encima y así te lavas el pelo y todo el cuerpo.
El Sisco y Alexandro tenían mucha curiosidad por saber como se bañaban las mujeres en la hamman, la verdad es que aquí el mundo de la mujer es todo un misterio. Por la calle pasean algunas con un velo que les tapa el pelo y otras además se cubren la cara lo que las hace misteriosas e inaccesibles, las que llevan la cara destapada son realmente guapas.
Aquí hay todo un mundo por descubrir, pero tenemos que ir pensando en poner rumbo Canarias.

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